Juan Daniel Oviedo trabajó hasta hoy como director del DANE. Pasó de las burlas y el matoneo por su forma de hablar a ganarse el respeto de todos trabajando incansablemente y poniéndole buena cara a las cifras en rojo. El fenómeno Oviedo es sorprendente porque logró destacarse en un cargo gris y siempre de bajo perfil. ¿O recuerdan, así de memoria, otro director del DANE? Un accidente lo marcó para siempre y lo hizo inolvidable.