Todos los actores viales podemos aportar para contribuir a disminuir la congestión vial y reducir la siniestralidad en las calles bogotanas. Debemos eliminar el odio entre actores viales.
En esta materia proponemos:
Superar el pico y placa, una medida que se instauró hace cerca de 30 años (con base en información que se tenía en ese momento) pero que no refleja la realidad de la movilidad de hoy.
Reemplazar esta medida con el uso de la tecnología y la implementación de un cargo por congestión (a través de una aplicación brindarle a los conductores alternativas de viaje entre diferentes puntos de la ciudad).
Con relación a la primera línea del metro, ejecutar con eficiencia lo que encontremos al asumir la Alcaldía. En todo caso, el dinero extra que costaría un metro subterráneo para la primera línea (15 billones) podría usarse en otras necesidades, como la adecuación de la malla vial (8,55 billones); cubrir el déficit del SITP (2,9 billones); o en temas distintos a la movilidad, ayudas económicas más robustas a los hogares más necesitados para contribuir a la reducción de los niveles de pobreza (no registrados desde hace 26 años).